Un gimnasio puede ser un lugar peligroso. Irónicamente, puedes sufrir lesiones graves mientras intentas mejorar tu bienestar físico, sin saber que el dueño de tu gimnasio probablemente esté menos preocupado por tu salud que por sus resultados. Todos sabemos que los gimnasios actuales incluyen tantos equipos como sea posible en sus instalaciones. La visión de filas de cintas de correr y máquinas elípticas que se extienden hasta donde alcanza la vista facilita la venta de membresías. La noción de que siempre habrá una máquina disponible cuando llegue es parte integral del argumento de venta. Cada vez más, estas máquinas se encuentran cada vez más densamente en los espacios de los gimnasios por su impacto visual en las ventas.
Al buscar maximizar las ganancias, los propietarios de gimnasios a menudo ignoran los estándares de seguridad de la industria relacionados con la distancia adecuada entre los equipos en favor de aumentar la capacidad percibida de sus instalaciones. Colocar las máquinas una al lado de la otra con un espacio insuficiente puede obligar a una persona a subir/desmontar peligrosamente la máquina o tropezar debido al espacio insuficiente entre las máquinas. El espaciado adecuado se vuelve aún más crucial al finalizar el ejercicio, cuando el equilibrio puede verse comprometido por el agotamiento.
La colocación de máquinas elípticas y cintas de correr debe cumplir con la ADA (Ley de Estadounidenses con Discapacidad). Desafortunadamente, muchos propietarios de gimnasios ignoran por completo la ADA, las normas recomendadas por la ASTM para acceso, paso y desmontaje de emergencia y las recomendaciones de ubicación y espaciado del fabricante. Seguir estas pautas de seguridad permite no sólo el montaje y desmontaje seguro de rutina del equipo, sino también el desmontaje de emergencia. El espacio libre detrás de una cinta de correr también es vital para evitar lesiones graves en caso de un desmontaje violento y accidental de la cinta de correr.
Los gimnasios no pueden sacrificar su seguridad por sus ganancias y sus modelos de negocio en los que el número de miembros y el tamaño de sus instalaciones son tan desproporcionados. Si usted o alguien que conoce resultó lesionado en un accidente en un gimnasio, no dude en llamarnos para analizar si podemos ayudarlo a obtener una compensación justa por esas lesiones.